Seamos más o menos afines, todos sabemos cómo funcionan las ONGs. Siguen un mismo patrón de financiación mediante la captación de socios que, con su cuota mensual, hacen frente a los gastos que cada mes se generan. 

Siempre nos acabamos preguntando qué porcentaje de esa aportación llega realmente al objetivo final, pues sabemos que este sistema de financiación no está carente de intermediarios.

En un intento por optimizar los recursos disponibles aparece Block-CIMA, con un modelo rompedor y revolucionario.

Esta asociación se financia a través de aportaciones únicas, no recurrentes. No existen las cuotas mensuales, y con ello se evitan las llamadas periódicas en un intento contínuo por aumentar dicha cuota.

¿Cómo se consigue esto? La cadena de bloques y las finanzas descentralizadas son los cimientos de Block-CIMA. Mediante la cadena de bloques se consigue dar la fiabilidad y confianza que un proyecto de esta envergadura necesita. Todas las gestiones realizadas con trazables y verificables, expuestas en un registro público que cualquier persona puede consultar. 

Gracias a las finanzas descentralizadas se elimina la intermediación del sistema bancario tradicional, y a la vez permite la inversión de los fondos aportados por los usuarios, obteniendo así una rentabilidad que hace posible la autofinanciación e innecesarias las cuotas periódicas.

Además, para mostrar más atractivos los proyectos a desarrollar e incentivar la participación por parte de los usuarios, hacen que parte de esta rentabilidad repercuta en los colaboradores.

Con estas premisas ha sido creado el primero proyecto con el que nace Block-CIMA, la compensación de las emisiones de dióxido de carbono mediante la plantación de árboles altamente eficientes.

Te recomendamos que participes en Block-CIMA y empieces a hacer verdaderamente rentable tu ayuda al planeta.

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